Condenada por morder la manzana,
por ser la manzana,
por crear la manzana.
Por la manipulación,
por la lluvia de sinpiedades
y el dominio de Reyes
que no consiguieron
apresarme como Reina.
Ahora quieren
crucificar la Libertad
que llevo por corona de espinas y sustento.
Ahora quieren
que me avergüence de mi raíz,
la que me nutre en ser
desde el comienzo de mi alma
hasta el último átomo de la feminidad de mi cuerpo.
Soy mujer.
Mujer como Eva antes de Adam,
como María Magdalena antes de Cristo
como Hypatia antes y después y durante la condena.
Queréis mancillar el legado de mi condición
pero para eso tenéis que quemar la historia,
sacar al Leviatán del fondo del océano y que nos trague hambriento.
No podéis,
no puedes.
Tú no puedes,
ni la guardia de la noche en la que te escudas.
No podéis
No puedes.
No podrás.
No tengo un ejército de capas doradas, rojas,
ni dragones
solo la verdad de mis costillas
y no, no fueron nunca tuyas