Poesía
Hoy es un día especial
Versos para un noviembre que se esfuma
Me vestí deprisa en la mañana púrpura,
como un cesto de begonias en abril
el cielo crepitaba silencioso en busca de sol,
el paseante de las avenidas, fugaces sombras
que yacen acortando al avanzar la luz.
Una bandada migratoria de hojas ocres,
la resistencia del otoño en el bosque azul,
un nido de gorriones ateridos (piar fúnebre),
una brisa del sur levanta el termómetro,
las acacias abrigadas y los chopos desnudos,
la mañana es un llanto de patinetes locos.
Los pinos y sus agujas de verde deslustrado,
gritos de socorro en sus alturas, perfil de cielo,
estelas de tiza en un celeste encerado, paz,
camino de audaces junto al río, marcas de barro,
la epopeya de las tormentas pasadas, olvidadas.
La mañana ya es un mar, sereno, luminoso,
los gorriones quizá duerman, silencio en el nido,
un instante para mirar el encuentro de cielo,
tejados pardos, paredes encaladas y el sol;
tu melena sería un bello colofón cromático ahora.
©️Francisco Castro XI 2018
