Poesía
CAPÍTULO LVIII, VERSÍCULO I, SEGÚN K
– CAPÍTULO LVIII, VERSÍCULO I, SEGÚN K. –
Me fumo y me bebo mi futuro
con la sólida culpa que me arrastra
sobre el leve costurón que me aúna.
Me suenan las noches así de infinitas
porque el venidero carmesí me aplasta,
aún rumoreándose en el pestañeo grácil
que aletean mis hombros cerciorados.
Gastadas las certezas, es mi calderilla
un bramido que espanta mi vértigo:
el decidido rincón donde me retuerzo
comatoso y redivivo por la furia
antes que me anegue el limo solar.
Me importa poco la sombra mermada
que me sigue dando bandazos ebrios
porque su envergadura no me basta
para mejorar la prolongación de lo que fui;
sólo su delgadez oscura, su fusión
con los recodos donde duerme el polvo,
me dice que las horas van cada vez más lentas
en la noche sin luna que me desea.
Ni tampoco sirven mis añicos,
cientos de miles de granos de arroz
esparcidos por toda mi vida gastada
que se arrugan entre olvidos y más olvidos
sin que sepa del último o del primero.
Puede que después sepa todo,
o nada,
y me meteré ginebra en vena
para que nadie vuelva a escribir
ni siquiera con mi sangre.
© Kabalcanty

MesalinaLunaMesalina
25 octubre, 2017 at 12:27 pm
Excelente poeta y escritor
Kabalcanty
25 octubre, 2017 at 6:15 pm
Siempre mi agradecimiento, querida Mesalina Luna. Besos mil