Poesía
EL CIELO SIEMPRE ES EL MISMO
No lo olvides,
el cielo es siempre el mismo,
el matiz azul cambia cuando la noche se dispersa,
pero el cielo siempre es el mismo.
Puede que una gaviota secuestre la playa,
que los campanarios
se caigan abajo por el peso de las campanas.
Que ayer se convierta en nunca,
que dos besos se rompan en los labios.
Pero en la voz que me indica:
-¡Alli!-
estará el disco solar navegando en mi pecho.
Con una mano sujetando la mirilla,
la otra quitando el sudor a mi esfuerzo.
Entenderé que el cielo siempre será el mismo.
Igual sea gris, negro, opaco, amarillo, turbio, o mentira.
Mirando por encima de la silueta que abraza mi sombra.
Entenderé si, que exactamente el cielo se pone a las 7 y sale a las seis,
siempre en cada minuto, hasta que la muerte venga a visitarme.
Será tiempo de decir adiós.
De decir te amo, o decir cuantas palabras quedaron sin celosía.
Cuantas maneras de perder el segundo en una caricia.
Y siempre volveré a mirar hacia arriba,
a mi costado.
Y el cielo siempre será el mismo.
Cuando ya no quede nada
que manchar para cambiar el color
a un sueño.
