Poesía
Ser Héroe
SER HÉROE
I
Primero quiso
un minuto de gloria,
cuando lo logró
quiso una hora.
No fue suficiente
un día,
una semana,
tampoco un año.
Pronto
empezaría
a anhelar
la gloria eterna.
Porque
la gloria es
adictiva
como la droga.
II
Quería ser héroe…
y puso tanto empeño en ello,
que sin darse cuenta
empezó a andar
por un camino solitario,
que le alejó tanto
de las luces lucrativas
de los grandes bulevares…
que llegó a sentirse perdido…
-incluso
en las propias calles
que le vieron crecer-,
y olvidado,
aunque los que le amaban
estuviesen siempre
dispuestos a recibirle
con los brazos abiertos.
Nada le sirve,
nada le vale a un hombre…
cuyos actos son guiados
por la osadía
de querer
convertirse
-a cualquier precio-
en un héroe,
a menudo se descubre
prisionero
en profundas mazmorras,
ante siniestras circunstancias
y atrapado
en laberintos infernales.
Antes era de luz,
y creía ser capaz de salvar
a alguien de su condena,
utilizando solo
la belleza de sus actos.
Ahora que es de noche,
sabe que solo
lo conseguirá
cuando los buitres desprecien
la suculenta carne
de las inertes alimañas
o nadie se vuelva a preguntar
qué hay después de la muerte.
¿Quería ser héroe?
pues ahora
no sabe
lo que hace,
ni lo que dice,
ni lo que siente,
nadie sabe por cuales
terribles destinos,
se hallarán los mares
a los que vayan a naufragar
todos los barcos,
que son orientados
por el norte y el timón
de su atormentada mente.
Porque nada le sirve,
porque nada le vale
a un hombre,
cuando pretende
alcanzar la gloria
como lo hicieron
los inmortales.
Notas del autor
En la foto que he elegido para este poema podemos ver la escultura más famosa de Auguste Rodin : El Pensador.
Una foto tomada por Rubén Garrido. Si os gusta la fotografía y los timelapses, no dejéis de visitar su blog: 40 formas de intimidad.
Un saludo poetas.
