Testimonio
Estas pasando
y yo me dejo.
calladito. En la esquina. Mirando como te mueves y haces tus cabriolas de niña. Una rayuela, la comba, la búsqueda del tesoro.
Te has puesto un parche en el ojo y eres una pirata gobernando por momentos el corazón de mis sentidos.
Luego te vistes de falda corta y esperas que suba a tus tejados. Y yo que tengo piel de gato guardada en algún altillo de mis instintos; maullo tres veces
y dos a la izquierda hasta la isla alumbrado por la luz de tus alas de campanilla.
Estas pasando
y yo me dejo.
He madurado. Ahora ya llevo una espada de madera para defenderme del hierro. O quizás no este tan de moda perderse de mas en ningún lado. No lo se. Estoy «lost» y feliz de encontrarte. Estoy «happy», y aun guardo un poco de melancolía de mis recuerdos para pintarte con mi experiencia el cuadro que monte tu belleza entre los marcos.
